La Comunidad de Madrid ha 'invitado' a irse a una residencia privada a Tomás Plaza, el hombre que ha denunciado las condiciones de su hogar para mayores en la capital en El Intermedio, si no está conforme con los "estándares de calidad" de la pública donde se encuentra tras reprocharle "conductas de grave violencia", con altercados e incidentes.
Lo ha hecho a través de una carta firmada por el director general de Atención al Mayor y a la Dependencia de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, Juan José García Ferrer, fechada el seis de septiembre. Así, le indican que en el registro de actividades e incidencias de la residencia "se encuentran varios altercados e incidentes propiciados por un comportamiento inadecuado, que comprende una actitud ofensiva y amenazante hacia los trabajadores del centro, con conductas de grave violencia".
La carta, de dos folios y a la que ha tenido acceso laSexta, deplora este presunto comportamiento violento del hombre contra los trabajadores, cuyo "esfuerzo y trabajo realizado por el personal que le atiende se ve perjudicado por el trato dispensado por usted".
Le recuerdan que el "incumplimiento de sus obligaciones como usuario" puede conllevar sanciones que pueden llegar al traslado temporal o expulsión definitiva y "se le insta para que, a la mayor brevedad, corrija su comportamiento y ponga fin a las situaciones de violencia y de mal comportamiento originadas por usted".
"Le informamos de que en el caso de que así lo considere oportuno puede solicitar traslado a otra residencia que disponga de plazas concertadas que crea que se ajusta más a su necesidad. Incluso, considerando su posible disconformidad con los estándares de calidad ofrecidos en las plazas concertadas por la Comunidad de Madrid, puede solicitar el traslado a una plaza privada", concluye la misiva.
Tomás ha explicado a laSexta que en la residencia "la comida es horrible" y "el trato es bastante malo por falta de personal casi siempre". Además, ha negado que haya tenido mal comportamiento tal y como le acusan desde el Gobierno.
"Solo he tenido discusiones por dejar un carro cruzado porque tenía que pasar una silla de ruedas. Si me han denunciado, a mi no me ha comunicado nadie nunca nada", ha dicho hoy.
laSexta ha podido hablar con algunos trabajadores, que niegan que Tomás sea agresivo y dicen que "es muy normal y muy educado".
"No vienes a morir, vienes a que te maltraten"
Tomás lamentaba esta misma semana en una entrevista en El Intermedio las condiciones a las que se había enfrentado al trasladarse junto a su esposa, dependiente, a una residencia concertada de la Comunidad de Madrid.
"Sabemos que venimos aquí a morir, es así. Pero qué tristeza ver que no vienes a morir, vienes a que te defenestren, a que te maltraten, a que no haya personal suficiente para cuidarte, a que te echen basura de comer...", se dolía.
Ayer mismo en la Asamblea de Madrid se leyeron fragmentos de esta carta, ante los cuales Tomás, desde la tribuna de invitados, no pudo evitar emocionarse.
El mismo Plaza ha remitido otra carta, a la que ha tenido acceso esta cadena, al director general en la que reprocha la "sentencia casi de muerte" recibida en forma de misiva y reprocha haber creado a la concesionaria, Aralia Servicios, sin haber preguntado anteriormente al involucrado.
"Sin dignarse en ningún momento a consultarme, da usted por cierto lo que denuncian aquellos que constantemente nos maltratan y que nunca escuchan nuestras quejas", lamenta en su escrito, en el que recrimina que "harto dolor debería sentir usted" si conociera las condiciones en las que viven los residentes de ese centro y reprocha su comportamiento arbitrario.
"Tengo 82 años cumplidos y estoy cognitivamente en perfecto estado. Y le diré que todas las polémicas que aquí han surgido desde el 29 de octubre de 2021, fecha en la que llegué junto a mi mujer a la Residencia Peñuelas, han sido por reclamar el trato que se daba a los mayores, la prepotencia del equipo directivo de dicha residencia así como las más que malas comidas que aquí se suministran", sostiene Plaza, que pide una rectificación y muestra su disposición a reunirse con el director general.