Un juzgado de Delaware ha prohibido a una mujer de Oklahoma (EEUU) mantener contacto con sus hijos, de cinco y tres años, a no ser que sea dentro de las pautas de su caso de custodia, tras presuntamente obligarles a comer excrementos de perro.
Según informa 'Fox 5', la mujer, acusada de negligencia infantil, sin embargo no ingresará en prisión, ya que ha sido sentenciada a dos condenas suspendidas de siete años de cárcel.
De acuerdo con el citado medio, la mujer fue acusada el pasado mes de abril, después de que ambos menores fueran hospitalizados por malnutrición severa. La niña mayor no llegaba a los 12 kilos, mientras que el pequeño solo pesaba 8 kilos.
Fue la hija mayor quien contó a los trabajadores sociales que había comido excrementos de perro. Los médicos le encontraron lombrices intestinales, que habría contraído como consecuencia.
Según su relato, la pareja de la madre también habría participado en el maltrato, "arrojando botellas" a su hermano.