La sentencia, dictada tras el veredicto de culpabilidad de un jurado popular, le considera autor de los delitos de falsedad en documento oficial y estafa a la Administración, según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
El fallo le impone además una multa de 6.765 euros y le inhabilita para ejercer cargo público durante cuatro años. Además, el facultativo deberá indemnizar a la Generalitat Valenciana con cerca de 7.000 euros, precio estimado de los medicamentos que obtuvo con el SIP de su tío, ya que cada caja cuesta 500 euros.
Los hechos sucedieron entre 2009 y 2011 cuando el condenado sacó hasta 14 cajas del medicamento 'Revatio', un fármaco indicado para la hipertensión pulmonar primaria y la disfunción eréctil, de la unidad de Farmacia del Clínico, con la tarjeta sanitaria de su familiar.
Según la sentencia, el médico, jefe de sección del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico, hizo creer al responsable de Farmacia del centro sanitario que su familiar necesitaba el medicamento para tratarse de una enfermedad pulmonar, por lo que se autorizó su dispensación desde octubre de 2009.
De este modo, el médico sacó hasta nueve cajas del fármaco, con recetas firmadas por él mismo, usando el SIP de su tío, aquejado de una enfermedad pulmonar. De hecho, y según el relato de hechos probados, el familiar enfermo sufría una patología cuya medicación suministrada conjuntamente con el 'Revatio' estaba contraindicada.
El tío del condenado falleció en septiembre de 2010, pero él no comunicó la muerte, y sacó cinco cajas más del mismo fármaco hasta abril de 2011. En el juicio explicó que estas últimas dosis eran para su padre que, según aseguró, tenía también una dolencia pulmonar.
La sentencia considera que no ha quedado probado el uso que el jefe de Urgencias del Clínico dio al fármaco que consiguió irregularmente, pero descarta que su intención fuera tratar con dichas pastillas a sus familiares.
Las razones
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