Una de las menores, de cuatro años, llegó a contarle lo que le estaban haciendo a su tía pero ella no le creyó "pensando que eran invenciones de ellas", según recogen los hechos probados de la sentencia.
El Alto Tribunal desestima el recurso de casación interpuesto por el procesado y ratifica en todos sus pronunciamientos el fallo de la Audiencia Provincial de Almería, que le impuso dos penas de cinco años y un día de prisión como autor de sendos delitos continuados de abuso sexual, agravado por la minoría de edad y el prevalimiento.
Al margen de la pena privativa de libertad, el hombre ha sido condenado a 12 años de libertad vigilada con prohibición de acercarse a las víctimas a menos de 200 metros y al pago de indemnizaciones por un montante total de 18.000 euros.
Según indica la sentencia, el procesado abusó sexualmente de su sobrina de cuatro años y de la hija de siete años de unos amigos. Aprovechaba cuando las menores estaban con él, bien en su casa o en sus propios domicilios, decía que iban a jugar y se las llevaba a habitaciones para cometer los hechos delictivos.
Solía valerse, asimismo, de distracciones y el tribunal remarca que los abusos se desarrollaron de forma progresiva y fueron aumentando en intensidad. Las víctimas padecen emociones de incomodidad, vergüenza y malestar al relatar los hechos, percepción negativa de los mismos y de la conducta del acusado, incomprensión hacía la vivencia y rechazo a mantener contacto con él.
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