Félix Manrique, líder de una secta que captó a la joven Patricia Aguilar en 2017, fue condenado a 20 años de cárcel por el delito de trata de personas con fines de explotación en agravio de seis personas.

Alberto Aguilar con su hija Patricia y su nieta Naaomi

El Trigésimo Primer Juzgado Especializado en lo Penal con Reos en Cárcel de Lima dictó la sentencia contra Manrique, que usaba el seudónimo de 'Príncipe Gurdjeff', y le ordenó además el pago de una reparación civil de 88.000 soles (26.000 dólares) a favor de las agraviadas.

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Manrique escuchó la sentencia en la sala de audiencias del penal de Lurigancho, pues cumplía prisión preventiva, tras su detención a raíz de una denuncia presentada por el padre de Patricia Aguilar.

Manrique, de 35 años, convivía junto a tres mujeres, dos peruanas y la joven española, y cinco niños concebidos con ellas, en un caserío de la localidad de San Martín de Pangoa, en la selvática provincia de Satipo, en la región Junín, hasta que la Policía de Perú logró el rescate de las mujeres.

El captor, que se presentaba como un gurú, conoció a Aguilar cuando ésta era menor en un foro en Internet, y la convenció para que dejara a su familia y se uniera a él en Perú, lo que ella hizo apenas cumplidos los 18 años.

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