La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a un hombre a una pena de siete años de prisión, 12 años de orden de alejamiento y el pago de una indemnización de 6.000 euros, acusado de un delito de abusos sexuales supuestamente cometido sobre una mujer con discapacidad mental, con una minusvalía psíquica.

Según recoge la sentencia, los magistrados absuelven al procesado, que se encuentra en prisión provisional por esta causa desde octubre de 2016, de los dos delitos de agresiones sexuales de los que estaba acusado inicialmente.

En concreto, se da por probado que la mujer, de unos 36 años, "padece una discapacidad múltiple como consecuencia de una neoplasia cerebral como consecuencia de haber padecido un tumor cerebral de la que fue intervenida y sometida al correspondiente tratamiento por radiación", lo que se traduce en "un retraso mental leve que disminuye su capacidad de comprensión y libre determinación en la esfera sexual, siendo fácilmente manipulable por dicha circunstancia".

En este sentido, los jueces señalan que "la minusvalía de esta persona y su más que probable fragilidad en tal sentido es un hecho ostensible a poco que se tenga conocimiento de ella". Al respecto, la mujer hasta el momento de los hechos "disfrutaba de cierta autonomía para salir de su casa sola, normalmente paseando a su perro".

Mientras, el acusado, vecino de ella, "conocía perfectamente las circunstancias personales y familiares, especialmente su vulnerabilidad y su falta de capacidad para prestar un consentimiento válido, y tenía alguna relación con su padre".

Como consecuencia de ello, el procesado presuntamente logró captar la atención de ella "por haberle sugerido que, dada su edad, debía de conocer comportamientos propios de las relaciones afectivas e íntimas, convenciendo a la citada que, aún dentro de sus limitaciones, terminó por establecer una comparación entre sí misma y las personas a las que conocía de su entorno".

De esta manera, el 16 de septiembre de 2016, cuando ella paseaba su perro por los aledaños del centro comercial del Polígono Guadalquivir de la capital, el acusado supuestamente la invitó a subir a su coche, a lo que ella "accedió por lo ya mencionado y la confianza que le suscitaba el conocimiento previo que tenía de él", de manera que "la llevó a un lugar apartado y solitario". Este hecho fue presenciado por una vecina, que "sabía de las circunstancias" de la mujer, "causándole la normal inquietud o extrañeza".

Una vez que llegaron en el vehículo a dicho lugar, "sin que conste que el acusado tuviera que utilizar otra cosa que no fuera la persuasión ya desarrollada", presuntamente abusó de ella, "consciente de la falta de consentimiento de la víctima", según se expone en la resolución judicial.