Según ha informado la Guardia Civil de Tráfico, los agentes interceptaron a la ambulancia en un control situado en el peaje de la AP-9.

Después de detectar que el conductor, de 42 años, parecía presentar síntomas de encontrarse bajo el efecto de las drogas, los agentes le obligaron a someterse a la prueba de detección de estupefacientes.

Tras dar positivo, los agentes inmovilizaron el vehículo y llamaron a otra ambulancia para que se hiciera cargo del servicio. El hombre se enfrenta, según ha apuntado Tráfico, a una sanción de 1.000 euros y a la retirada de seis puntos del permiso de conducir.