El autobús que se ha empotrado contra una pilastra de hormigón de un paso elevado de la circunvalación de Avilés iba a unos 80 o 90 kilómetros por hora y, por la trayectoria que siguió en los últimos metros de su recorrido, el conductor pudo haber sufrido un desvanecimiento.

Esta es la principal hipótesis que barajan fuentes de la Guardia Civil que participan en la investigación y de la propia compañía Alsa, propietaria del vehículo accidentado y en el que han perdido la vida al menos cinco pasajeros y otros 15 resultaron heridos de gravedad.

Accidente en Avilés

Según Alsa, aunque habrá que esperar al resultado de la investigación abierta, las primeras investigaciones y algunos testigos apuntan a que "el conductor haya podido sufrir algún tipo de desvanecimiento que le ha impedido controlar la trayectoria del vehículo".

Fuentes de la investigación han señaladoque el autobús se salió de la vía por el margen derecho, regresó a la izquierda y siguió recto, sin que hubiera prácticamente frenada en la calzada, antes de colisionar contra el pilar de hormigón. Con esta trayectoria, según las mismas fuentes, cobra más fuerza la hipótesis de que el conductor, que se encuentra en estado grave, hubiera sufrido una indisposición, una bajada de glucosa e incluso un infarto.

El autobús de Alsa empotrado en una columna de hormigón en Avilés

Un portavoz oficial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón ha explicado que la investigación no descarta hipótesis alguna y tendrá que ser, una vez finalizada la instrucción, la que determine las causas del accidente, algo para lo que también será fundamental la información del tacógrafo.

Alsa ha informado de que el autobús había salido a las 12:35 horas de Cudillero, 55 minutos antes de sufrir el accidente cuando se encontraba en el kilómetro 1 de la AI-81 con una veintena de pasajeros a bordo. El autobús, según la compañía, estaba dotado "de los más modernos sistemas de seguridad y había pasado favorablemente la última ITV en marzo de este año y su última revisión de mantenimiento el 19 de agosto.

El conductor había pasado también, según la empresa, su último reconocimiento médico en abril de forma satisfactoria. El presidente de la compañía de transporte, Jacobo Cosmen, ha asegurado que el conductor, vecino de Pravia tenía un expediente brillante y llevaba años trabajando para Alsa.