Ya son tres los trabajadores del Metro de Madrid con enfermedad profesional como consecuencia de la exposición a fibras procedentes del amianto, de los cuales dos han sido reconocidos el pasado 20 de abril. Uno de los últimos casos es el de un empleado, que ingresó en la empresa en 1979 para dedicarse al mantenimiento de trenes, primero como peón ayudante y más tarde como oficial.

Se encuentra de baja laboral desde el 9 de junio del 2017 por asbestosis, tuvo una intervención de corazón en 2017 y otra operación para extraerle un tumor cerebral este año, pero este último se le ha reproducido, por lo que permanece ingresado desde hace un mes para someterse a un tratamiento de radioterapia.

El otro caso reconocido este mes es el de un trabajador de 58 años que ingresó en la compañía en 1976 para ocuparse del mantenimiento de las escaleras mecánicas, aunque en los últimos años su tarea se ha ampliado a otras instalaciones como las estaciones y el alumbrado.

Hace cuatro años, a la vista de una radiografía de tórax, los médicos le preguntaron si manipulaba amianto, y en febrero de 2016 le diagnosticaron asbestosis, si bien, en la actualidad, se mantiene activo. El secretario general de CCOO en el suburbano madrileño, Juan Carlos de la Cruz, señala que los dos trabajadores, afiliados al sindicato, emprenderán acciones legales para reclamar una indemnización a la empresa porque no adoptó las medidas necesarias para evitar su exposición al amianto.

El primer trabajador del Metro de Madrid con una enfermedad profesional por la exposición a fibras procedentes del amianto presentará en breve una demanda ante los Juzgados de lo Social para reclamar al suburbano una indemnización de aproximadamente 400.000 euros. Se trata de Julián M., de 60 años, quien comenzó a trabajar en 1979 en mantenimiento del Metro de Madrid, como mecánico de material móvil, y permaneció toda su vida laboral en la compañía.

Una de las estaciones del Metro de Madrid

En su trabajo, estuvo en contacto con "unos elementos que estaban compuestos de amianto, sin que le facilitaran ningún tipo de medidas de protección, en ningún momento, ni siquiera una triste mascarilla", explica su abogado, Fernando Morillo, del despacho Bercovitz-Carvajal. Como consecuencia de la enfermedad profesional, según el letrado, el trabajador estuvo en situación de incapacidad temporal desde junio de 2017 hasta que el Instituto Nacional de la Seguridad Social le reconoció la incapacidad laboral permanente el 12 de marzo de este año, previo informe de un Equipo de Valoración de Incapacidades.

Hasta el momento, se han realizado exámenes médicos a 371 trabajadores de Metro de Madrid de un total de 470 previstos y todos ellos han dado un resultado negativo en enfermedades relacionadas con la exposición a fibras procedentes del amianto, indican fuentes del suburbano.

Estas pruebas médicas se han desarrollado en el marco de las acciones de vigilancia de la salud de los trabajadores, que realiza la compañía, y "siempre teniendo en cuenta que no hay riesgo de exposición al amianto ni para los trabajadores ni para los usuarios", subraya la empresa. El plan de retirada del amianto del Metro de Madrid ya ha comenzado con una primera fase, autorizada por el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que permitirá actuar en un total de 33 trenes de dos modelos antiguos.

La compañía invertirá un total de 140 millones de euros para la eliminación de este mineral en toda la red, tanto en el material móvil como en estaciones y otras instalaciones. La Fiscalía de la Comunidad de Madrid ha abierto recientemente una investigación penal por un posible delito contra los derechos de los trabajadores de Metro, a partir de la denuncia de la Inspección de Trabajo por la presencia de amianto en el suburbano.