Ibrahim tiene 23 años. Acaba de ser repatriado a Gambia desde Libia. Llevaba cuatro años intentando alcanzar suelo europeo. "Muchos de mis amigos consiguieron llegar a Italia", cuenta. Ibrahim ha llegado con otros 229 inmigrantes en uno de los vuelos chárter de Naciones Unidas. Un programa de retorno voluntario que ha sacado este año a 19.000 personas atrapadas en Libia. Ibrahim cuenta cómo fue estafado por las mafias migratorias.
"Das tu dinero a un traficante en el que confías, porque él es gambiano, y te vende a los libios", denuncia el joven. Un desembolso tras otro que acaba también con los ahorros de la familia. "Los libios me metieron en prisión y me pidieron dinero. Pagué y me liberaron", continúa Ibrahim. La fianza la pagó su hermano. Por eso tiene claro que no repetirá la travesía: "Si alguien quiere irse, no voy a animarle".
Otro joven denuncia al mismo tiempo haber sido testigo y víctima de la represión: "Gracias a Dios no estoy muerto pero la mayoría de mis amigos murieron allí. Un libio intentó secuestrarme. Huí y me disparó por detrás". Allí, en el El Aeropuerto Internacional de Banjul, el ministro de Juventud y Deportes gambiano les recibe con un discurso repleto de promesas. "No lo conseguisteis fuera, pero podéis ser millonarios en Gambia", les asegura; una arenga que convence a unos pocos que, como Ibrahim, no quieren volver a repetir lo que llaman 'el infierno libio'.
Industria química
Un muerto y un herido en estado crítico tras una explosión en una planta química del Puerto de Barcelona
¿Qué ha pasado? La explosión se ha producido en la empresa Tepsa, situada en el muelle de líquidos inflamables del Puerto, mientras se realizaban trabajos de mantenimiento. Además del herido crítico, otros tres trabajadores han resultado heridas de forma leve.