La Policía Científica busca restos físicos, biológicos o tecnológicos que confirmen que Antonio Ángel Ortiz Martínez es el buscadísimo pederasta de Ciudad Lineal.

Los registros policiales se centran en dos viviendas. La primera: Esta de la calle Montearagón en la que vive la madre del detenido. Paradójicamente, vivienda con fortísima vigilancia de seguridad.

Una urbanización de 275 familias para quienes su cara, no es nueva. El segundo punto que arrojará datos claves en esta complejísima investigación es esta otra vivienda de la calle Santa Virgilia.

Sería presuntamente el piso franco al que el detenido llevaría a las niñas para abusar sexualmente de ellas. Un piso familiar y vacío.

El perfil de Antonio Ángel Ortiz Martínez, varón de 42 años y nacionalida española es la de un agresor sexual en serie, según Interior.

Antecedentes por secuestros, detenciones ilegales, robos con violencia, con fuerza y violencia de género y ya condenado a nueve años de prisión por detener y agredir sexualmente a una niña de seis en los años 90.

Desde hace dos semanas, la policía vigilaba cada uno de sus pasos en este barrio de Santander. Huyendo de la alarma social y del estrechamiento del cerco policial, la casa de sus tíos se convirtió en su guarida.

Ha sido en esta vivienda, donde a las 7:37 de la mañana, 40 policías, entre ellos los GEO y 15 vehículos le han detenido, culminando una complejísima operación policial en la que se ha llegado a pedir ayuda al FBI.

En este coche negro, primera hora de la tarde el presunto violador de Ciudad Lineal llegaba a la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Aquí se ha mostrado poco colaborador, el viernes pasará a disposición judicial.