Criticar a la víctima por seguir con su vida, una estrategia habitual entre los agresores sexuales y su entorno: "Creen que no debería salir de casa"

Las estrategias habituales entre los agresores sexuales y su entorno pasan por "tratar de desacreditar a la víctima, culpabilizarla, justificar su comportamiento o tratarla de mentirosa", tal y como señala Bárbara Zorrilla, psicóloga experta en violencia de género y victimología. Esto ya ocurrió hace 20 años con Nevenka Fernández y se repite ahora con Jenni Hermoso.

En lo referente a los agresores, "cuando alguien les llama la atención, señala e identifica y le pone nombre a lo que han hecho, se sienten atacados porque sienten que sus privilegios están en entredicho", subraya Bárbara Zorrilla.

En el caso de La Manada, llegaron a contratar a un detective para investigar la vida de la víctima. "Creen que la víctima debe tener un comportamiento de lo que ellos entienden por 'víctima ejemplar', que es estar traumatizada, no salir de casa y estar en tratamiento psicológico. Y si retoman su vida, que es lo normal, ya se presupone que o ha mentido o no sería para tanto", critica Rosa Márquez, coautora del ensayo '¿Cerró usted las piernas?'.

Casos como estos se analizan en el ensayo '¿Cerró usted las piernas?', que tiene este título porque, tal y como indica Rosa Márquez, "fue la pregunta que le hizo una jueza de un juzgado de violencia de género a una víctima de violación".

Precisamente, esta semana la pareja de Meloni situaba la responsabilidad de una agresión en el comportamiento de la víctima: "Si evitas emborracharte, evitas también encontrarte al lobo".

En este sentido, Rosa Márquez afirma que "nos trae a la memoria el cuento de Caperucita, que quiere decir que si te comportas como 'no se debería' comportar una mujer, te lo estás buscando". "Además, exculpa a los agresores, porque cuando hablamos de 'lobos' les estamos deshumanizando para decir que es su naturaleza salvaje y que por eso ocurren estas cosas", apunta.

Por miedo al descrédito, hay víctimas que evitan iniciar un proceso judicial. "Hemos visto cómo se le habla, cómo se le trata o cómo se le hacen algunas preguntas, por lo que no podemos exigir a las víctimas un testimonio claro", manifiesta Paula Reyes Cano, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis.

Además, después de sufrir una agresión, destaca Bárbara Zorrilla, "se ponen en marcha una serie de mecanismos de defensa que funcionan a nivel inconsciente para proteger nuestra psique, como son el humor, la negación o la evitación". Sin embargo, eso ni justifica ni borra lo ocurrido en ningún caso.

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