La pandemia nos ha dejado muchas historias de lucha y supervivencia. Historias que acaban con un final agridulce y que han cambiado para siempre la vida de muchas personas. Es lo que le ha ocurrido a Sara, una joven de Galicia que ha tenido que enfrentar el fallecimiento de su abuelo sola porque su abuela y sus padres estaban ingresados en el hospital.
Todo comenzó en febrero, cuando esta joven y su madre empezaron a presentar síntomas compatibles con el COVID-19. Ambas dieron positivo, y esto las obligó a confinarse junto a su padre y marido. En principio, no era una sintomatología grave, pero el cuadro clínico de los progenitores de Sara comenzó a empeorar.
La madre de esta joven ingresó en el hospital un 27 de febrero y unos días más tarde lo hizo su padre. Según ha explicado el hombre en el vídeo que acompaña a estas líneas -grabado por el Hospital Universitario de Ourense- él se encontraba bien pero empezó a empeorar y tuvo que ser ingresado en la UCI para ser intubado.
Entonces, la pesadilla de Sara no había hecho más que empezar. Sus abuelos también dieron positivo en coronavirus y, aunque les enviaron a casa porque no tenían síntomas graves, más tarde tuvieron que ingresar en planta porque la infección no remitía e iba a peor. Todo ello mientras la protagonista de nuestra historia se encontraba confinada en su domicilio.
El abuelo de Sara no presentaba síntomas graves pero en cuestión de días falleció
Los días avanzaban y ella recibía llamadas de la Unidad de Cuidados Intensivos, en el que la informaban de la evolución de su padre, así como del área en el que se encontraban sus abuelos y su madre. Todo iba evolucionando pero su abuelo comenzó a saturar mal y, de un día para otro, los médicos no pudieron hacer más que confirmar su fallecimiento.
Con su padre intubado y su madre y su abuela ingresadas, Sara tuvo que organizar el entierro de su abuelo paterno y realizar todos los trámites que esto conlleva. Nos ha contado que fue difícil porque nunca había hecho nada similar, pero "el personal de planta del hospital le ayudó mucho" y le indicaron los pasos que debía seguir.
Afortunadamente, su abuela -que ya contaba con una dosis de la vacuna- no presentó muchos síntomas y ha logrado superar el coronavirus. Además, su padre ya se encuentra en planta y sigue trabajando con un médico y un fisioterapeuta en su recuperación para poder marcharse a casa lo antes posible.
A pesar de la lucha que tuvo que emprender, Sara asegura que ahora solo puede centrarse en su familia y en que salgan de esta lo antes posible. Solo cuando se recuperen, ha asegurado, se ocupará de ella y buscará "la ayuda de un psicólogo".