El viernes 24 de septiembre, el bote de Euromillones, que en España gestiona Loterías y Apuestas del Estado, vuelve a situarse por encima de los 100 millones de euros gracias a la celebración del Big Friday. Un jugador que acierte los cinco números y las dos estrellas podría hacerse con 130 millones de euros.
A lo largo del año la organización anuncia varios de estos 'viernes grandes', en los que se fija el bote en los 130 millones de euros independientemente de lo que haya ocurrido en los sorteos anteriores. Los dos últimos se realizaron el 5 de febrero y el 4 junio de este año. El primero no fue repartido ese mismo día, sino que días después alcanzó su máximo hasta esa fecha, 210 millones de euros, ganado por un jugador suizo. El segundo sí lo ganó un jugador británico, haciéndose con más de 111 millones de libras.
Según las normas del sorteo, en caso de que nadie se hiciera con el bote del viernes, seguiría aumentando hasta alcanzar los 220 millones de euros tras varios sorteos sin ganador de primera categoría, lo que supondría el máximo histórico de este juego. En caso de no repartirse esa cifra durante cuatro sorteos, en el quinto se adjudicaría a la primera categoría que tuviera acertantes, y el nuevo límite se establecería en 230 millones de euros. El máximo absoluto que no se puede superar según el reglamento es de 250 millones.
Siete números para 130 millones
Los jugadores de Euromillones pueden optar todas las semanas a premios millonarios con una participación de 2,5 euros, siendo el bote mínimo siempre de 17 millones de euros. El juego consiste en elegir siete números: los cinco primeros, entre el 1 y el 50; y otros dos del 1 al 12, denominados 'estrellas'. Dar con estos siete números otorga el bote millonario y, en caso de haber más de un acertante, se reparte entre los ganadores.
Actualmente hay nueve países donde se juega esta lotería: los primeros en organizarlo en 2004 fueron Francia, Reino Unido y España, y posteriormente se unieron Austria, Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Suiza. En nuestro país, aparte del bote, se juega 'El Millón', un sorteo que rifa un premio único de un millón de euros entre todos los jugadores de Euromillones que hayan validado su boleto en territorio nacional.
La tragedia de una ganadora
Ganar un premio multimillonario se considera por lo general un golpe de buena suerte, pero en algunos casos puede convertirse en una maldición. Un ejemplo es el de Margaret Loughrey, ganadora de un sorteo en 2013, que se embolsó 31 millones de euros gracias a Euromillones mientras se encontraba desempleada y sobreviviendo gracias a las ayudas sociales.
A pesar de este giro del destino, la mujer irlandesa había reiterado en varias ocasiones que el dinero no le había dado felicidad, sino que había convertido su vida en un "infierno", según sus propias palabras. Loughrey volvió a ser noticia a principios del mes de septiembre al ser hallada muerta en su hogar, aunque investigaciones policiales indican que el deceso se produjo por causas naturales, no habiendo sospecha de ningún otro motivo.