Las vacaciones de Navidad llegan también a las residencias de ancianos, pero con protocolos mediante. Las comunidades autónomas están organizando ahora cómo serán estas salidas de los mayores para reencontrarse con su familiares en unas fechas tan señaladas.
Madrid ya tiene el suyo listo y parte de dos supuestos: si la persona ha pasado la enfermedad, podrá salir y entrar para las comidas y las cenas. En el caso contrario, si no tiene anticuerpos, la salida será como mínimo de tres días.
Eso sí, los ancianos permanecerán siempre en un mismo domicilio, y antes de entrar de nuevo al centro deberá realizarse una prueba diagnóstica y guardar cuarentena.
Estas pruebas diagnósticas se podrán realizar en los propios centros si tienen personal de enfermería. Si no, se encargará al Centro de Salud al que mayor esté asignado.
A falta de conocerse el plan de otros territorios, Castilla y León está perfilando un protocolo igual para todos, con el que se estudia que las salidas sean de mínimo siete días. La vuelta será con prueba diagnóstica y cuarentena.
Además, en muchas residencias se espera flexibilizar las visitas en estas fechas para que pueda ir más de un familiar y durante más de una hora. Hay incluso residentes que tienen claro que este año prefieren vivir las Navidades dentro ante la imposibilidad de poder juntarse con todos sus seres queridos durante las fiestas. En los centros también se extremarán las medidas de seguridad.

Forzada a alquilar su vientre
Le quitan el bebé a una mujer a la que le implantaron un embrión de otra pareja por error: Kyrstena 'tuvo' un bebé negro de un donante blanco
¿Qué pasó? Kyrstena Murray se sometió a un tratamiento de fertilidad con un donante anónimo, pero al dar a luz, el bebé era negro, cuando ella había pedido un donante blanco. Las pruebas de ADN revelaron la negligencia: la clínica le había implantado el embrión de otra pareja.