Con una espectacular granizada despidió Teruel las últimas horas del verano. Calles inundadas, coches inmovilizados e incluso cascadas en mitad de la carretera.
Ríos de agua y granizo que han hecho bajar las temperaturas de 23 a siete grados en pocas horas. Cuatro hombres han tenido que ser atendidos por hipotermia.
Y en la entrada a la ciudad la situación era la misma. En una carretera, repleta de granizo, se ha producido un accidente, por suerte, sin consecuencias.
En Guadarrama, circular era casi imposible, y el limpiaparabrisas apenas mejoraba la visibilidad de los conductores.En Castellón, las máquinas quitanieve tuvieron que actuar para despejar las carreteras, unas imágenes que contrastan radicalmente con el comienzo del otoño.