Continúa la búsqueda de los dos espeleólogos desaparecidos en una cueva de Soba, en Cantabria. Llevan ya 48 horas en la llamada Sima del Sombrero y no dan señales de vida. Es una zona donde no hay buena cobertura y la cueva Garma Ciega, en la que se adentraron, es una cueva complicada.

Los equipos de rescate han pedido incluso ayuda a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ahora mismo se encuentra en el interior de la cueva junto a efectivos del grupo del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil. Han entrado este lunes por la mañana y están centrando la búsqueda en dos ramificaciones fuera de la ruta habitual de la cueva, por si los jóvenes pudieran haberse despistado y desviado.

¿Cómo es esa cueva? No es como otras de las que se sitúan en el mismo entorno, que se pueden recorrer y son habituales para los espeleólogos: tiene una forma de 'U' pronunciada, una zona de entrada y otra de salida y una ruta pautada, que de hecho está prefijada con sogas y cuerdas. En esa ruta se hace un descenso muy pronunciado y después se termina también ascendiendo en otra ruta de más de 200 metros. Para poder acceder hay que ser espeleólogos bastante experimentados.

Las labores de rescate en esta cueva son bastante complicadas no solo por el acceso y el recorrido interior, sino también por la forma en la que hay que llegar: los vehículos deben dejarse en una zona no cercana y después hay que ir andando hasta el propio recorrido de la cueva, que no es nada sencillo.

En las últimas horas dos equipos del Gobierno de Cantabria entraron cada uno por un lado de la cueva e hicieron un recorrido para tratar de buscarles en la ruta habitual, sin éxito, por lo que este lunes han entrado también la UME y la Guardia Civil. Además, se les busca también en el exterior: hay equipos rastreando los alrededores de la cueva por si hubieran salido y se hubieran perdido en el recorrido entre la salida de la gruta y la zona donde se aparcan los vehículos.

Los desaparecidos son dos jóvenes de unos 30 años, un hombre y una mujer, ambos originarios de Castilla y León, él de Salamanca y ella de Valladolid. Ambos son espeleólogos, pertenecen a un club de esta disciplina y tienen experiencia. Habían contratado los servicios de una empresa privada para que les diera el material, pero la ruta la iban a hacer solos.