Abusar de las chanclas o zapatos excesivamente planos en verano puede provocar fascitis plantar y tendinopatías del tendón de Aquiles, entre otras patologías. Es la advertencia que lanza el Hospital Universitario de Torrejón (Madrid) en plena temporada estival.
"Es muy frecuente que en esta época del año acudan a la consulta pacientes con estos problemas y la causa es siempre la misma: el uso excesivo de chanclas o sandalias muy planas y sin ningún tipo de sujeción al tobillo", aseguró el podólogo del centro, Carlos Perucha.
Ante esto, "el calzado ideal es aquel que presenta un tacón de unos 2-3 centímetros de altura, suela amortiguada y con algún elemento de sujeción, ya sea cordones, cierre o velcro, para dar estabilidad al pie". Así, igual que el especialista no recomienda el zapato plano, tampoco apuesta por el tacón excesivamente alto.
"El uso de un tacón por encima de 3-4 centímetros de altura se ha demostrado que altera la biomecánica, obligando a poner más peso y presión en la parte del antepie", explica. Según Carlos Perucha, esta posición de un cuerpo subido a unos tacones demasiado altos mucho tiempo "puede provocar molestias leves como rozaduras, ampollas, callos o durezas, pero también alteraciones más severas como juanetes, dedos en garra o tendinopatías de Aquiles".
Hay casos, incluso, en que este tipo de calzado "causa dolores de espalda, porque provoca mucha inestabilidad y obliga al cuerpo a equilibrarse constantemente".
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Además de las chanclas durante el día y los tacones por la noche, el verano es la época del año en la que con más frecuencia acuden a la consulta de los podólogos pacientes con casos de hongos e infecciones víricas como las de las verrugas plantares. No son patologías graves, pero sí que pueden llegar a ser muy molestas; y en general son muy contagiosas. Para prevenirlos "debemos utilizar un calzado que sea transpirable y así controlar la hiperhidrosis y evitar el exceso de humedad que pueda provocar su aparición". En este sentido, aconsejó también que después de cada baño o ducha "es importante secarse muy bien los pies, incidiendo sobre todo en la zona interdigital -entre los dedos- para evitar el exceso de humedad en esos puntos, donde tienden a proliferar los hongos".