El plazo fijado por el Gobierno de Malasia para la segunda búsqueda del avión de Malaysia Airlines, desaparecido en 2014 con 239 personas a bordo, concluye tras revisar más de 80.000 kilómetros cuadrados y sin rastro del aparato.

El anterior Ejecutivo malasio, que abandonó del poder tras las elecciones de principios de mes, firmó en enero un contrato con la empresa estadounidense Ocean Infinity para el rastreo de la zona del océano Índico donde los expertos creen que se estrelló el avión.

Restos del avión encontrados en Mozambique

Según lo acordado, Malasia pagaría hasta un máximo de 70 millones de dólares (unos 60 millones de euros) si Ocean Infinity logra encontrar el fuselaje del avión y las dos cajas negras.

Agotado el plazo fijado en el acuerdo, el nuevo ministro malasio de Transporte, Anthony Loke, anunció la conclusión de la búsqueda privada de la aeronave de bandera malasia. No obstante, el Gobierno ha afirmado que revisarán las pesquisas y dejó abierta la posibilidad de una tercera búsqueda.

El barco Seabed Constructor, contratado por Ocean Infinity, y apoyado por ocho vehículos submarinos no tripulados se encuentra aún rastreando la zona de acotada y donde según los cálculos de los investigadores es la zona más probable del siniestro.

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El MH370 desapareció de los radares el ocho de marzo de 2014 unos 40 minutos más tarde de su despegue en Kuala Lumpur rumbo a Pekín, después de que alguien apagara los sistemas de comunicación e hiciera virar el aparato, según la investigación oficial.

Hasta el momento, se han recuperado 27 piezas en playas de Reunión, Mozambique, Mauricio, Sudáfrica y la isla Pemba (Zanzíbar), fragmentos que fueron arrastrados por las corrientes del Índico, lo que concordaba con la hipótesis oficial del siniestro.

De estos, los expertos confirmaron que tres fragmentos de ala encontrados en Reunión, Mauricio y Pemba pertenecen al MH370, otras siete piezas, incluidas partes del interior de la cabina, lo son "casi con seguridad" y ocho más lo son "con alta probabilidad".

Las operaciones de Ocean Infinity siguen a la primera fase de búsqueda, que asumieron las autoridades de Malasia, Australia y China con un coste de más de 151 millones de dólares, y que fue suspendida a principios de 2017.