Detrás de lo que parecía un incendio accidental en una vivienda se escondía una realidad más oscura. En plenos Alpes suizos, y en mitad de la noche, aparecieron 23 cuerpos sin vida. Todos ellos vestidos con túnicas blancas y formando un semicírculo delante de un altar. Esa misma noche, la del 5 de octubre de 1994, en otra localidad muy alejada se encontraron otros 25 cuerpos más en idénticas circunstancias.
Según revelaron las autopsias, algunos de ellos fueron asesinados, unos envenenados, y otros se suicidaron. Todos formaban parte la Orden del Templo Solar, una secta que mezclaba lo religioso, las supersticiones, el renacimiento de los Templarios y la promesa de un nuevo mundo. Llegaron a tener hasta 500 adeptos entre Suiza, Francia y Canadá.
Luc Jouret, un reputado médico homeópata belga con importantes conexiones, fue uno de sus fundadores. Uno de ellos el diseñador Paco Rabanne: "Conocí a ese doctor Jouret. Me pareció una persona muy seria y normal, muy tranquila", manifestó.
Ahogado por las deudas pendientes con la Justicia, Jouret ideó, junto con su socio el acto final: un tránsito hacia una nueva vida, que suponía su muerte y la de sus seguidores. Así 48 personas, incluido él, murieron esa noche. Años después, ocurrieron nuevas muertes relacionadas con esta secta. Una historia tan trágica y misteriosa, como real.