"Es como si me arrancaran parte de mi interior. Yo creo que lo mío no tiene importancia con arreglo a lo que les ha pasado a los demás, pero no puedo evitarlo", dice Flor, mirando las fotografías dañadas por la DANA que azotó la región. Las lluvias torrenciales no solo arrasaron viviendas y calles, sino que también dejó huella en los recuerdos más íntimos de los habitantes de Aldaia, quienes ahora luchan por recuperar esas imágenes que narran sus vidas.

Las fotos, más que simples recuerdos, son vestigios de su historia personal. Para Flor, como para muchos, esas imágenes van más allá del propio papel. "En este comedor que estoy, nos reunimos mi hermano y mis sobrinos y subo álbumes". Aunque ahora algunos de esos álbumes estén parcialmente destruidos, el acto de revivir esos momentos sigue siendo parte fundamental de su vida.

Mientras tanto, Salma continúa intentando rescatar sus fotografías, algunas gravemente deterioradas, pero con un valor sentimental incalculable. "Es mi vida, mis excursiones…" comenta. Entre las fotos que ha logrado salvar se encuentra una que le llena de felicidad, la que considera su favorita: "La de la comunión de mi abuela. Estaba debajo del armario y cuando la vi dije: es que necesito esa foto". Aunque la imagen se encuentra dañada, la emoción de haberla recuperado la hace sentir como si hubiera hallado un tesoro.

Junto a ellas, muchas otras fotos secándose al sol en un tenderete, esperan su destino. Salma y Flor están a la espera de poder entregarlas a especialistas de la Universidad de Valencia, que junto con otras instituciones como GEICC, ICOM y LETNO, se encargarán de restaurarlas y devolverles su antiguo esplendor.

Según la directora de Patrimonio de la Universidad de Valencia, "que las toquen lo menos posible, que las muevan lo menos posible, que las introduzcan en bolsas. Es muy importante que las bolsas queden bien etiquetadas". Estas recomendaciones buscan preservar el estado de cada fotografía antes de ser trasladadas a los espacios habilitados en cada municipio, donde los expertos diagnosticarán el grado de deterioro de cada imagen.

Enric, por ejemplo, tiene fotos de su mujer que llevan secándose desde el sábado. Las imágenes, aunque maltrechas, son un testimonio de su vida y amor, y los especialistas trabajarán para restaurarlas, buscando que, al menos, la DANA no se lleve también esos recuerdos tan valiosos.