Va a ser la peor catástrofe de la historia en cuanto a siniestralidad. Las primeras previsiones ya barajan cifras que superarán los mil millones de euros en indemnizaciones. Los daños son más intensos, más extensos y más prolongados. Vamos a analizar caso por caso qué es lo que le puede cubrir el seguro. El problema es quien no tenga un seguro: en ese caso dependerá de las ayudas que dé el gobierno.

Era 1983 cuando el barro arrasó Euskadi, Cantabria y Bilbao. Dejó 39 fallecidos y un daño económico incalculable, de casi mil millones de euros en indemnizaciones. Una cifra que podría quedarse corta tras la DANA que ha azotado esta semana a varios municipios españoles. Las primeras estimaciones ya advierten de que los daños podrían romper todos los registros.

"Vemos que este tipo de siniestralidad asociada a las DANAs, a las gotas frías, cada vez son más frecuentes y más virulentas", ha explicado Santiago Velázquez, director de Comunicación de Línea Directa. Y en ese tiempo, los españoles hemos asegurado más y nuestros bienes son más caros. "No había tanto parque de vivienda asegurado como lo hay hoy. Su valor a indemnizar cada vez es mayor", ha recalcado Velázquez.

Pero hay que tener en cuenta un factor más: el cambio climático. La tempestad clicónica Klaus fueron 276.000 siniestros y más de 650 millones de euros en gastos por indemnizaciones. Lorca cierra de momento, el podio. Los costes por daños en infraestructuras también superaron los 600 millones de euros.

Pero lo cierto es que las catástrofes más impresionantes no son siempre las más caras. Y la diferencia la marca el campo. "Lustro tras lustro, o sea, en periodos de cinco años, claramente la siniestralidad se está disparando". Y que arrasan con millones de hectáreas en cultivos. Cada año con más asiduidad", ha afirmado Ignacio Machetti, presidente ejecutivo de Agroseguro. Contra los que piden e insisten, mejor estar asegurados.