Daniel iba en bicicleta cuando le pilló la tormenta. Decidió refugiarse en una caseta cuando, de repente, vio a Úrsula. La corriente la estaba arrastrando, y estaba a punto de ahogarse. "Ella iba dentro de la corriente del río, y cada vez avanzaba más. Pude meterme rápido, la pude coger y la pude abrazar. La pude mantener entre mis brazos", cuenta el joven.

Úrsula viajaba en coche con su madre, Joana, y con Arthur, uno de sus hermanos. El agua les arrastró, y la madre se dio cuenta de que se iban a ahogar dentro, así que soltó el cinturón de seguridad de la niña y la sacó fuera. El niño y ella no tuvieron tiempo de escapar.

Imagen del cuerpo de los GEAS de la Guardia Civil que rastrean el torrente

A Úrsula, la corriente la arrastraba directa a la muerte, pero se cruzó con Daniel. "Estuve en el cobertizo durante tres horas , y la niña estuvo una hora. Me quité el jersey y se lo puse a ella. Ella se quedó dormida".

Luego, Daniel la llevó al puesto de emergencia, cogió su bicicleta y desapareció. El padre de la pequeña ha estado buscándole para darle las gracias, porque ha perdido a su mujer y un hijo pero, gracias a él, Úrsula tendrá otra oportunidad.