Este viernes se ha declarado un incendio a las 16:42 horas en la base militar de Cerro Muriano en Córdoba, donde realiza sus operaciones la Brigada Guzmán el Bueno X, una de las unidades del Ejército de Tierra que participa en operaciones internacionales, compuesta por tres regimientos, dos batallones, un grupo de artillería y otro logístico y un cuartel general. Y en tan solo 24 horas se han producido dos incendios en el mismo término municipal, Obejo.
Debido a la virulencia de las llamas, al calor, a las rachas de viento que oscilaban entre los 15 y los 30 kilómetros por hora, la alta combustión de la zona y al peligro de que accediese al campo de tiro, donde se encuentran municiones reales utilizadas por lo militares sin detonar, el Infoca ha desplazado hasta el recinto a dos Brigadas de Refuerzo contra Incendios (BRICA) para tratar de sofocar el incendio.
A estos efectivos se han sumado dos aviones, un helicóptero, tres autobombas, una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones, una Unidad Avanzada de Análisis y Seguimiento de Incendios y la Unidad Médica de Incendios Forestales. Más los efectivos que ya estaban desplegados sobre la zona.
Pero pese a los esfuerzos de los distintos equipos de extinción, no han podido evitar la entrada del fuego en el campo de tiro, lugar del foco del incendio, por lo que los efectivos de tierra se han tenido que retirar, y los aéreos tienen muy complicada su labor, ya que puede haber proyectiles sin detonar en el terreno. Fuentes militares de Cerro Muriano confirman a laSexta que el riesgo de que estalle un proyectil mientras haya un fuego es real.
Durante la madrugada los efectivos desplazados han trabajado en la cabeza del incendio, mientras que han asegurado la zona sur con maquinaria y a mano.
Este sábado, un total de ocho medios aéreos entre helicópteros y aviones, además de otros terrestres están activados en el incendio, cuyas laborales de extinción trabajan más de 120 profesionales.
Es una zona muy complicada de trabajar donde no se puede garantizar la integridad de los efectivos, según confirma el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía. Los profesionales que luchan contra este incendio se enfrentan a dificultades como el calor, con temperaturas en la zona que pueden llegar a los 35 grados, muy baja humedad y rachas fuertes de viento que van en aumento y pueden llegar a los 40 kilómetros por hora