La Administración General del Estado ha sido declarada responsable civil subsidiaria en una indemnización por 51.500 euros a cinco funcionarios del centro penitenciario de Dueñas, en Palencia, por la agresión de 'Igor el Ruso', un criminal muy peligroso que se encuentra en prisión permanente revisable por matar a un ganadero y a dos guardias civiles en Teruel.
El serbio Norbert Feher, más conocido como 'Igor el Ruso', cumple condena por el asesinato con arma de fuego del ganadero José Luis Iranzo y los guardias civiles Víctor Jesús Caballero y Víctor Romero en la localidad de Andorra en el año 2017. En 2021, cuando le sacaban de una celda para un traslado, agredió con un trozo de azulejo afilado a cinco funcionarios, que precisaron de atención médica.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palencia ha atendido ahora, en un fallo citado por Efe con fecha del 28 de diciembre, el recurso de apelación de uno de los funcionarios agredidos, una sentencia que también beneficia a las otras cuatro víctimas.
Por esta agresión múltiple, el Juzgado de lo Penal de Palencia condenó en primera instancia al recluso en 2023 a cuatro años de cárcel por cinco delitos de lesiones y a indemnizar a los funcionarios con un total de 51.500 euros, pero sin declararse la responsabilidad civil subsidiaria de la Administración General Penitenciaria, algo que fue recurrido por la asociación de trabajadores penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM).
Ahora, la Audiencia de Palencia establece la responsabilidad civil subsidiaria de la Administración General del Estado de la indemnización de 35.720 euros a uno de los funcionarios y de 7.260, 3.000, 2.820 y 2.700 euros a los otros cuatro si Feher no hace frente a los pagos.
La sentencia justifica la responsabilidad civil del Estado en que los superiores de los funcionarios de la prisión de Dueñas "eran conscientes de que el interno era extremadamente peligroso y sabían que el traslado iba a ocasionar problemas", tal y como se acredita en que la directora del centro pidiera por favor al jefe de Servicio que reforzara el operativo, pese a que este había cumplido su jornada laboral y llevaba 26 horas de trabajo.
Los responsables también estaban advertidos de que ya se habían producido agresiones con azulejos -tras este incidente se suprimieron-, de que los equipos de protección eran insuficientes e inadecuados -solo había cuatro completos, los cascos no eran de la talla adecuada y carecían de protección en la nuca- y de que no se había dado formación específica a los funcionarios sobre este tipo de resistencia violenta.
Para los magistrados, "todas estas consideraciones suponen una clara infracción por parte de la dirección del centro o de sus superiores jerárquicos del deber objetivo de cuidado, en el sentido de no haber puesto todos los medios necesarios a su alcance para evitar el resultado finalmente acaecido, cuando eran conscientes de la peligrosidad de la situación".
Pese al conocimiento de la extrema peligrosidad de Igor el Ruso, sostiene el fallo, "los funcionarios, bajo órdenes, tuvieron que entrar a la celda del interno para trasladarlo sin los medios de protección suficientes para todos ellos", además "de la falta de formación que tenían respecto a intervenciones con presos tan peligrosos".
El equipamiento debe contar con protecciones personales, cascos de protección, guantes, escudos de protección, defensas de goma y esposas, según la sentencia, contra la que cabe recurso de casación ante la propia Audiencia para elevarla al Tribunal Supremo.