La situación de un solitario delfín, Honey, y docenas de pingüinos abandonados en un acuario de Japón ha levantado protestas por parte de activistas que piden que se salve a estos animales, incluso han creado una campaña en Twitter para reportar el problema con el hashtag #SaveHoney, informa Reuters.
La delfín, llamada Honey, fue capturada en 2005 cerca de Taiji, un ciudad costera que se ha cobrado fama por su caza anual de delfines, que mostraron en el documental oscarizado "The Cove". Los acuarios japoneses acostumbran a comprar delfines de Taiji, lo que es bastante criticado en el documental.
La caza consiste en conducir a cientos de delfines hacia una cala, donde algunos de ellos se capturan vivos y son vendidos a parques marinos, pero otros son matados para utilizar su carne. La Asociación Japonesa de Zoos y Acuarios acordó desde entonces dejar de comprar delfines de Taiji.
Tras el terremoto y la crisis nuclear que sufrió la región del acuario en 2011, las visitas descendieron, por lo que decidieron cerrarlo el mes de enero. Honey y 46 pingüinos, además de cientos de peces y reptiles siguen en el parque, según ha explicado un funcionario del departamento de Salud y Bienestar.
Los empleados han estado alimentando a los animales regularmente, añadió, pero las fotos y los vídeos tomadas por activistas desde fuera del parque muestran a la delfín flotando en una pequeña piscina y a los pingüinos llenos de polvo cerca de un montón de escombros.
"Honey es un símbolo del problema de los parques marinos y de la caza de delfines de Taiji", ha contado Akiko Mitsunobu, el director de un centro por los derechos de los animales en una entrevista a Reuters. "La delfín muestra símbolos de estrés", ha añadido.
Los activistas denuncian el silenciamiento de este tipo de casos y añaden que, tras repetidas llamadas al parque marino, no han recibido respuesta. "Tienen la responsabilidad de explicar que piensan hacer con Honey y los demás animales", argumentan.
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