La crispación política se ha convertido en algo cotidiano en los últimos años en España, algo que a ojos de la Fiscalía General del Estado ha provocado que se hayan triplicado los delitos de odio en el país. Así se desprende de la Memoria del Ministerio Público publicada este jueves. En concreto, ha pasado de registrar 166 en 2022, a 511 en 2023.

La orientación sexual e identidad de género, el antisemitismo y, especialmente, el racismo son los principales motivos de discriminación que han llevado a la Fiscalía a incoar diligencias preprocesales. De hecho, la presentación del informe ha coincidido el acto de apertura del año judicial, en el que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha hecho hincapié en los menores migrantes.

En esa línea, la Memoria considera que se está produciendo en el país una "excesiva crispación y polarización" en los "discursos políticos", que incluye "graves descalificaciones" al adversario. Para la Fiscalía, esto genera "una tensión que se traslada inevitablemente a la sociedad y que constituye el caldo cultivo adecuado para la comisión de comportamientos intolerantes y, en ocasiones, violentos en nuestras calles".

"Se hace imperioso", continúa el documento, "recuperar la adecuada serenidad que ha caracterizado siempre el debate político en la democracia española sin que ello comporte renunciar a la legítima discrepancia política en el ejercicio de los principios y derechos constitucionales como el pluralismo político, la libertad ideológica o la de expresión".

Asimismo, la Fiscalía señala que la información sobre delitos de odio se recopila "de forma manual y artesanal por carecer de las herramientas informáticas adecuadas". Esto dificulta la obtención de datos precisos y comparables, al tiempo que se considera que esto hace que la "infradenuncia" sea un "problema persistente" en este ámbito.