El investigado tiene 62 años y está acusado de un supuesto delito de simulación de delito, presuntamente cometido al denunciar falsamente que "autores desconocidos habían realizado pagos por 2.080 euros con su tarjeta bancaria en dos comercios entre el 16 de agosto y el 12 de septiembre, comprobándose tras la investigación que los había realizado él mismo", informa el instituto armado en un comunicado.
Los agentes comprobaron primero el lugar en el que se habían realizado esos pagos, a través de la información facilitada en primera instancia por la entidad de la tarjeta, confirmando así que se habían efectuado en dos terminales de punto de venta (TPV) pertenecientes a un mismo negocio, un club de alterne que se encuentra en la misma localidad donde reside el denunciante.
En la entrevista realizada al denunciante para que ampliara los datos que había aportado inicialmente, éste afirmó que nadie le había robado la tarjeta y que no conocía ese club. Sin embargo, varios testigos corroboraron a los agentes que el investigado "frecuentaba habitualmente el club en cuestión desde hacía años".
Además, la documentación ampliada del banco al que se cargaban los movimientos confirmó cargos en la cuenta del investigado en el citado club desde 2015, "sin que se pudiese achacar ninguna irregularidad en los pagos, ya que en todo momento se habían realizado mediante la introducción del código PIN"". Por todo ello, el investigado ha quedado a disposición del juzgados de guardia de San Bartolomé de Tirajana.
La Guardia Civil recalca que la simulación de un delito puede conllevar entre 6 y 12 meses de cárcel, dependiendo del nivel de gravedad del falso delito y de las falsas imputaciones a terceras personas. Además, estas simulaciones detraen esfuerzos de los agentes en la investigación de delitos reales, agrega la nota.
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