Vino desde Dinamarca a Mogán, en Canarias, para pasar las Navidades pero tras una noche de fiesta presuntamente cuatro hombres la arrastraron hasta la parte trasera de un centro comercial. Allí según la Guardia Civil, se turnaron para abusar de ella una y otra vez. La encontró un quinto hombre, ella asegura que también intento violarla. Denunció una agresión pero las cámaras de seguridad mostraron la violación múltiple a la que fue sometida.
Son otras 'manadas ', así lo explicaban en el programa Expediente Marlasca: son grupos de hombres que de forma casi organizada cometen ataques sexuales aprovechando la indefensión de sus víctimas.
Como la joven paraguaya, presuntamente violada por cuatro hombres en la Cartuja de Sevilla. Ella subió al coche de un conocido, pero fue sorprendida por sus amigos que abusaron de ella repetidamente.
El violador en grupo no busca una satisfacción sexual, busca poder y control, según explicó la criminóloga Beatriz de Vicente: "Se pretende dentro del grupo demostrar tu superioridad machista, tus habilidades sexuales.... normalmente hay un inductor alguien que tira".
Porque en las 'manadas', cada uno tiene un rol: el inductor, es el que toma la iniciativa; los ejecutores, los que llevan a cabo la agresión y los mirones, los que no participan pero graban la agresión sexual. A Los violadores les gusta el componente exhibicionista por eso se graban y se fotografían: los protagonistas son ellos y la víctima su trofeo.