Los Mossos d'Esquadra han desactivado un grupo criminalespecializado en hurtos en el Metro de Barcelona, donde escupían a una persona para generar una situación de desconcierto y mientras uno le ayudaba a limpiarse otro le robaba sus pertenencias.
En un comunicado, el cuerpo policial ha explicado que detuvieron 'in fraganti' a dos de los integrantes del grupo y han identificado al resto, lo que ha hecho que dejen de actuar.
Los dos hombres fueron detenidos mientras hacían un hurto en el aeropuerto y los Mossos han comprobado la implicación del grupo en 23 hurtos en que habrían sustraído presuntamente objetos por valor de 73.000 euros entre joyas, dinero y aparatos electrónicos, aunque la policía catalana no descarta su participación con otros hechos delictivos.
El grupo actuaba principalmente en la zona de L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona, que conecta con el aeropuerto con la línea 9, y los integrantes del grupo eran vecinos de la localidad.
Usaban varios coches para desplazarse juntos hasta las estaciones de metro, vivían exclusivamente a costa de los hurtos y empezaban la jornada entre las 4.00 y las 5.00 de la madrugada.
Los dos detenidos han quedado en libertad con cargos y se han pedido órdenes de alejamiento del Metro para evitar que reincidan en los hurtos, que por ahora han abandonado.
La investigación continúa abierta porque la policía está resolviendo nuevos hechos delictivos cometidos por la banda, y continúa con la búsqueda de algunos de ellos.
![La cocina de los horrores de Sevilla La cocina de los horrores de Sevilla](https://fotografias.lasexta.com/clipping/cmsimages02/2024/07/27/4D6CB226-4E9C-4F07-9EAF-90C5AB473BAB/bar-horrores-sevilla_70.jpg?crop=1920,1080,x0,y0&width=480&height=270&optimize=high&format=webply)
La Policía ha precintado el local
Comida amontonada, caracoles en el suelo junto a productos de limpieza... así era la 'cocina de los horrores' de un bar de Sevilla
En el vídeo, las imágenes del interior de la cocina de un bar que los agentes han precintado en Sevilla, donde la comida se amontaba fuera de la nevera, con un aspecto nada apetecible. Incluso había caracoles en el suelo al lado de un bote de lejía y otros productos de limpieza.