Alrededor de 40 personas han sido desalojadas durante esta madrugada tras el derrumbe de una ladera como consecuencia de las lluvias en Beas de Guadix (Granada), unas tormentas que en la provincia granadina también han provocado daños materiales y el corte temporal de una carretera en Huéscar.

Según han informado a EFE fuentes del servicio de emergencias 112, las fuertes tormentas de la tarde del jueves provocaron el desprendimiento de una ladera en Beas de Guadix, cuyo ayuntamiento solicitó ayuda pasada esta medianoche por el derrumbe. Los daños se centraron en la zona superior a la calle Perchel, punto hasta el que se trasladaron efectivos de los bomberos, agentes de la Guardia Civil y personal de la empresa suministradora de luz, porque no había servicio en el municipio.

Los bomberos se han encargado durante esta madrugada de asegurar la zona y balizar el área de riesgo, que ha quedado cerrada al paso. Según han detallado las mismas fuentes, alrededor de 40 vecinos se han visto afectados por el cierre de la zona, aunque no han querido ser realojados y han pasado la noche en sus vehículos y cerca de la zona. Pese a los daños materiales, no se han registrado heridos.

También en la provincia de Granada la tormenta de este jueves ha generado daños, especialmente en Huéscar, donde se han registrado hasta 36 litros por metro cuadrado. La virulencia de la lluvia y el granizo provocaron el cierre temporal de la carretera A-330, en el kilómetros 32, por acumulación de agua y maleza, aunque la vía ya ha sido reabierta.

El servicio de emergencias 112 recibió además una decena de llamadas, todas por incidencias similares, solicitando ayuda por viviendas anegadas y daños en bajos, cocheras y locales.

La situación en la provincia se repite. Y es que durante la jornada de este jueves, las lluvias torrenciales han dejado calles y viviendas totalmente anegadas en las zonas altas de Sierra Nevada. Varios pueblos de los alrededores sufrieron las consecuencias de las fuertes riadas, los más afectados: Trevélez y Gobernador, donde el agua llegó a arrasar muros.