La Guardia Civil de Cullera, Valencia, ha detenido a cuatro personas de 22 a 44 años por presuntamente estafar a personas mayores de 75 años mediante su implicación en accidentes de tráfico simulados, para después hacerse pasar por agentes de seguros y exigirles de 1.000 a 4.000 euros.

Gracias a este operativo se han esclarecido delitos en Carcaixent, L'Alcúdia y Sagunt (Valencia), Vall d'Uixo, Vinaròs y Oropesa (Castellón), Calldetenes y Canet de Mar (Barcelona), Alcanar y Ulldecona (Tarragona), Soria (Soria) y Toro (Zamora), informa el instituto armado en un comunicado.

Los implicados en la operación 'Omene' presuntamente estafaban a los ancianos mediante un falso accidente, aunque no dejaban de lado el robo con violenciasi la estafa se frustraba y se presentaba la ocasión. Todas las víctimas son mayores de 75 años, una de ellas con hasta 86, con lo que "la vulnerabilidad era la parte más explotada para el engaño".

Su 'modus operandi' consistía en que uno de los cuatro actuaba como un abogado de paso por España a bordo de un vehículo de alquiler francés, mientras otro golpeaba el coche de la víctima ya elegida con canicas o pequeñas piedras, además de rayarlo con tiza negra, al tiempo que hacia las funciones de vigilante.

Seguidamente, el falso abogado paraba a la víctima y le conminaba a realizar un parte amistoso por un golpe leve en el retrovisor, para lo que le hacía creer que no funcionaba la parte eléctrica que lo abate, y hacía que le contara información como su tipo de seguro o la aseguradora.

Las estafas continuaban con una llamada telefónica ya hecha por el supuesto letrado, con el móvil en la mano. Al otro lado de la línea estaba otro de los sospechosos para realizar 'a posteriori' el rol de 'gancho' y hacerse pasar por empleado de la aseguradora.

De esta forma, el falso abogado se ofrecía a llamar a la aseguradora e incluso pedía a la víctima que le dictara el teléfono de asistencia en viaje de su seguro, tras lo que hacía como que marcaba el número. Entonces pasaba el teléfono a la víctima para que creyera hablar con su aseguradora.

Con un elaborado guión, los cuatro supuestamente hacían creer a los ancianos que si hacían un parte amistoso deberían pagar una elevada franquicia porque "los papeles tienen que pasar frontera". También les engañaban con que debían pasar un control médico de evaluación de aptitudes para conducir y con que podían perder su carné.

Todo ello terminaba de convencer a los perjudicados, a los que la banda llevaba a su banco para extraer sumas de dinero con los que pagar en efectivo la supuesta rotura del retrovisor, de 1.000 a 4.000 euros, con la promesa del operador de la compañía de recibir un talón por el mismo valor al día siguiente en su domicilio.

No lo contaban por vergüenza

La investigación de la Guardia Civil se complicó por la ausencia de denuncias, ya que las personas mayores, al verse engañados, no llegaban a comentarlo con sus familias y lo escondían por vergüenza.

Tras las pesquisas, la operación culminó con la detención de los cuatro hombres, de origen francés, por múltiples delitos de estafa, detención ilegal, robo con violencia o intimidación y pertenencia a organización criminal.

Se les intervinieron dos vehículos, teléfonos móviles y pequeños útiles para presuntamente llevar a cabo las estafas.