La empresa murciana Muyfrio, que comercializa el conocido como hielo seco, ha vuelto a poner en valor una nueva aplicación de la conocida 'nieve carbónica', un tipo de hielo formado por Dióxido de Carbono (CO2) en estado sólido a -78 ºC.
Según se ha podido demostrar el hielo seco es una solución eficaz contra la picadura de la carabela portuguesa y de medusas. Así, lo explica también el presidente de Aula del Mar, Juan Antonio López, que aconseja mezclar una solución de bicarbonato y hielo seco envuelto en un paño para tratar las picaduras de esta peligrosa medusa.
Las carabelas portuguesas se encuentran en el litoral murciano, alicantino y andaluz desde hace unos meses, sin embargo, su presencia se está haciendo más notable ahora que se acerca el buen tiempo y los bañistas se animan a probar el agua.
Aunque tiene forma de medusa, no lo es, y tiene una picadura muy dolorosa. Se trata de un hidrozoo formado por una colonia de pólipos con distintas funciones. Cuenta con una vela de aspecto gelatinoso de entre 15 y 35 centímetros con la que recorre los océanos impulsadas por el viento.
Del centro de su cuerpo cuelgan unos tentáculos que sirven para cazar a sus presas y que pueden llegar a mediar hasta diez metros. Aunque las carabelas portuguesas son típicas de las aguas del Atlántico, aparecen cada vez con más frecuencia en el Mediterráneo tras ser arrastradas por las fuertes corrientes.
A diferencia de las medusas, la carabela portuguesa tiene una picadura que es mucho más fuerte y puede provocar mareos, vómitos y urticaria. En algunos casos, también la muerte. La peligrosidad de estos animales y la cada vez mayor frecuencia con la que se detectan en las costas del Mediterráneo han hecho que medidas como la app 'Infomedusas' sean puestas en marcha.
Esta aplicación ofrece a los interesados información sobre la presencia de medusas y carabelas portuguesas en las distintas playas del Mediterráneo a tiempo real. También ofrece datos sobre lo que hay que hacer cuando se sufre la picadura de uno de estos animales.
Así, en el caso de que nos pique una medusa o una carabela portuguesa, lo primero que debemos hacer es retirar los restos del tentáculo que hayan quedado adheridos a la piel con protección y lavar bien la zona afectada con agua del mar.
Es preferible retirar las medusas con guantes y colocarlas en bolsas de plástico para luego tirarlas en el contenedor. En ningún caso hay que enterrarlas bajo la arena porque podrían volver a picar.
Si tras tomar estas medidas, junto con la solución de bicarbonato mezclado con hielo seco, el dolor no remite, hay que acudir a un médico de inmediato. Asimismo, no se deben utilizar productos como el amoniaco, el vinagre o la orina para tratar estas picaduras.
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Aunque se espera que la carabela portuguesa, como todos los años, desaparezca por sí sola con la llegada del verano, conviene ser precavidos, estar al tanto del estado del mar al que acudimos y saber cómo actuar en caso de sufrir una picadura.