Ricardo Cortés es uno de los casi 200 invitados que asistieron el pasado sábado a una boda en Murcia donde el novio ha dado positivo en coronavirus. Un resultado que ha empezado a tener efectos colaterales al menos para este murciano que se encuentra en cuarentena a la espera de saber si está contagiado.
Según denuncia Cortés en la Cadena SER, ha sido despedido de la empresa donde trabajaba después de que el domingo comunicara que tenía que estar en aislamiento domiciliario por haber asistido a este enlace. Una decisión que ha puesto en manos de su abogado por "despido improcedente" mientras que la empresa temporal alega la "baja productividad" del empleado.
Ricardo Cortés se encuentra en su domicilio a la espera de hacerse la prueba PCR que pruebe si está contagiado o no por COVID-19. Una situación en la que se encuentran los demás invitados que asistieron al enlace celebrado en el salón Magna Garden, en la pedanía murciana de Zarandona, a los que las autoridades sanitarias de Murcia están realizando el seguimiento.
El recién casado dio positivo en una prueba que se le practicó a la plantilla y los usuarios del centro de menores de Alguazas, donde trabaja. Allí hasta el momento hay 24 afectados: 17 menores y siete empleados.