El antiguo restaurante Cantora de Fuengirola, que fue propiedad de Isabel Pantoja y llevaba cerrado desde hace varios años, ha sido asaltado y desvalijado por parte de individuos que han destrozado el interior y se han llevado desde los utensilios del comedor hasta los fogones industriales de la cocina.
Desde el exterior de lo que fue Cantora se aprecian precintos rotos y las puertas forzadas, cristales hechos añicos, mesas y sillas tiradas por el suelo, pintadas y mucha suciedad, y en el interior, olor a podredumbre y un suelo pringoso y resbaladizo.
En la cocina no queda prácticamente nada. "Se han llevado todo, platos, hasta la maquinaria industrial", explica un vecino de la zona, Manuel Gómez, que habitualmente pasea por el lugar en el en que se encuentra el local y que vio cómo los asaltantes sacaban las cosas ayudados, incluso, por carritos.
La tonadillera había abierto un restaurante y una zona de copas en este local, ubicado en una parcela de propiedad municipal en la zona del parque comercial Miramar, pero que regentaba en régimen de concesión administrativa.
Una vez Cantora cerró, Isabel Pantoja arrendó el restaurante a unos ciudadanos de origen chino, que habían abierto en él un bufé de comida asiática que también terminó cerrando.
Según fuentes cercanas al Ayuntamiento de Fuengirola, el Consistorio se hizo con el antiguo Cantora Copas el pasado mes de noviembre y había iniciado los trámites para dar por finalizada la concesión en lo referente al restaurante.
No pueden más
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