Jornada de vértigo para los agentes de la Policía Nacional que han conseguido detener a todos los presuntos implicados en el asesinato a tiros de Borja Villacís, hermano de la exvicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís. Las dos detenciones que se han efectuado este miércoles se suman a la otra detención que tuvo lugar este martes, completando las 24 horas frenéticas de búsqueda que empezó en la carretera de Fuencarral-El Pardo (Madrid) y ha concluido en Yuncos (Toledo).
Concluye así un crimen al que sucedió una cuestionable huida por parte de los fugitivos. En una jornada maratoniana, hemos conocido el nombre de Kevin, hijo de la mujer detenida el día del crimen, quien sería la persona que habría efectuado los disparos, algo que todavía está por confirmar por parte de la investigación. La Policía ha compartido el instante de la detención, en un pinar situado junto al cementerio. La otra detención se ha dado en una vivienda que se creía deshabitada.
Además de estas detenciones, la Policía ha interrogado a una tercera persona este miércoles, un hombre que ejercía labores de vigilancia para los otros tres detenidos. La investigación descarta que jugase un papel importante en el crimen y ya se encuentra en libertad. Este hombre sería sería un okupa que habría dado cobijo a los tres detenidos en su vivienda.
Según ha informado el periodista Leo Álvarez en laSexta Noticias, el motivo de la quedada entre ambos grupos fue un conflicto previo entre dos de sus miembros. Fuentes del entorno de Borja Villacís aseguran que Luis, la persona herida en el tiroteo, y Borja quedaron con sus asesinos porque Kevin quemó un coche de Luis.
Desde ese momento, ambos estaban enfrentados, con mensajes cruzados de amenazas. Es entonces cuando Kevin asegura que va a pagar por el daño causado por haber quemado el coche. Se desconoce si esta quedada se complicó o si la primera intención del encuentro era el trágico desenlace que acabó aconteciendo.
Así ha sido la búsqueda de los implicados
Es el final de una historia que comenzó en la carretera M-612 de Fuencarral-El Pardo y ha finalizado a 58 kilómetros al sur. Yuncos ha sido el centro de las operaciones policiales, un lugar en el que los vecinos han llegado a escuchar disparos y se ha visto a un helicóptero sobrevolando la zona.
La búsqueda comenzó nada más producirse el crimen, con un vídeo clave en el que se ve a los tres presuntos implicados en el crimen cambiando la matrícula del coche que habían utilizado para perseguir a su víctima. En ese mismo lugar, los agentes encontraron varias bolsas y cajas que contenían armas de fuego previsiblemente relacionadas con los supuestos autores del crimen.
Pocas horas después del crimen tuvo lugar la primera detención, una mujer española de 52 años, madre de Kevin y con numerosos antecedentes policiales. Ambos están vinculados a un clan familiar relacionado con el narcotráfico y radicado en la localidad toledana de Bargas, a escasos 25 kilómetros al sur de Yuncos.
Fuentes de la investigación aseguran a la Agencia EFE que la compañía que había alquilado el coche a los presuntos asesinos de Borja Villacís recibió un aviso gracias a su sistema de geolocalización y alarma en el momento en el que se produjo la colisión con el coche de Villacís. En ese momento, la mujer detenida dio su nombre y apellidos, dijo que era de Bargas (Toledo) y dio diferentes explicaciones acerca de lo sucedido. La empresa monitorizó sus movimientos hasta que fue finalmente detenida.
También se investiga la posibilidad de que hubiese un tercer coche y que más personas estuviesen implicadas en el tiroteo, un extremo que no se ha podido confirmar y que resulta uno de los grandes interrogantes que quedan por resolver del crimen de Borja Villacís.