Un radar nocturno de la Guardia Civil intercepta una narcolancha durante la noche en las costas de Málaga, que atraviesa las aguas cargada con fardos de hachís que llegaban a los 2.900 kilos.
El destino del cargamento era que los paquetes llegaran a la costa y de ahí, se distribuyeran por la península. De madrugada utilizaban estos camiones para portar la droga hasta el siguiente punto de destino.
Los vehículos, que ya han sido registrados, guardaban en el interior bidones con gasolina y un remolque para mover las lanchas hasta un narcoembarcadero que compartían con otros grupos delictivos. Un trabajo muy organizado, el de la operación Mosquito, que ha dejado 51 detenidos y una gran cantidad de droga incautada.
Según la Guardia Civil, había más de veinte personas entre la tripulación y la gente que ayudaba a flotar el agua. Una vez allí, comenzaba de nuevo el proceso en el que parte del equipo se ocupaba de la seguridad alrededor de la zona donde se flotaba al embarcación para evitar que la Guardia Civil pudiera intervenir.
Las autoridades han procedido a registrar las casas de los detenidos, operación que ha tenido lugar durante la noche. El valor de los bienes muebles e inmuebles incautados ascienden a más de 500.000 euros.