La Policía Nacional ha detenido en Tenerife a cuatro personas que presuntamente crearon un burdel digital para extorsionar a los clientes, a los que chantajeaban con difundir las imágenes en las redes sociales si no pagaban.
Una nota policial informa que al parecer los detenidos amañaban los encuentros sexuales y los grababan mediante una microcámara sin el conocimiento de ninguno de los que participaban en el encuentro. Posteriormente, las víctimas recibían las imágenes a través de su correo electrónico o teléfono móvil y eran chantajeados con difundirlas en las redes sociales entre sus familiares o conocidos.
Según la Policía, finalmente las víctimas cedían y realizaban un pago, pero el acoso no cesaba y les solicitaban más dinero. La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de que una persona llevaba más tres meses siendo extorsionada con realizar distintos pagos porque en caso contrario se difundiría un vídeo en el que aparecía manteniendo relaciones sexuales.
La nota de la Policía informa de que las primeras averiguaciones determinaron que en un primer momento, y ante el temor a la divulgación del vídeo a través de Internet, la víctima cedía al chantaje y realizaba el pago del dinero en sobres cerrados y depositados en lugares próximos a gasolineras.
Este hecho provocaba la demanda de nuevas peticiones económicas y un aumento en la presión sobre la víctima, que hacía que los chantajistas repitieran los mensajes e incluso sometieran a vigilancia y seguimientos de la vida familiar y laboral del perjudicado.
La Policía informa de que un miembro del grupo se dedicaba a gestionar un burdel digital que había creado en Internet donde amañaba la selección entre el cliente y prostituta. Los arrestados se hacían pasar por una prostituta y establecían el lugar donde se realizaría el contacto y la tarifa acordada y de esta forma podían colocar previamente el dispositivo de grabación en las habitaciones para luego filmar a ambas partes sin su consentimiento.
Luego reclutaban a la mujer a través de anuncios en la Red y la citaban en el domicilio marcado. Tras varias indagaciones los investigadores constataron que otras tres personas habían sido víctimas de los hechos.
Con esta información los agentes procedieron a la detención de cuatro miembros de la organización como presuntos autores de delitos de delitos de extorsión y descubrimiento y revelación de secretos.
En el registro efectuado se intervinieron varios ordenadores portátiles, teléfonos móviles y las microcámaras utilizadas. Los agentes continúan la investigación ya que la cifra real de víctimas está aún por determinar.
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