La Guardia Civil de Gran Canaria ha detenido este martes a un hombre de 70 años acusado de ser el presunto autor de cuatro agresiones sexuales cometidas en el interior de los autobuses que cubren la ruta entre Las Palmas de Gran Canaria y la zona norte de la isla. Los delitos habrían tenido lugar en diferentes fechas desde el pasado 13 de septiembre de 2024, acumulando hasta el momento cuatro denuncias formales.
Los incidentes ocurrieron en el transporte público que opera en varias localidades: uno en Las Palmas de Gran Canaria, dos en Arucas y uno en Guía. La primera denuncia fue presentada el 19 de septiembre, cuando una mujer relató que el sospechoso se sentó a su lado en un autobús con destino a Gáldar y comenzó a tocarle la rodilla y el muslo de manera inapropiada.
A medida que se acumularon más denuncias, se pudo establecer un patrón de comportamiento. El detenido utilizaba el bono transporte hasta 15 veces al día, desplazándose desde la Estación de San Telmo hacia la ruta norte de la isla, lo que llevó a la Guardia Civil a solicitar la retirada del abono de su nombre para evitar más agresiones.
El modus operandi del presunto agresor consistía en sentarse junto a sus víctimas para realizar tocamientos e insinuaciones. La Guardia Civil no descarta que pueda haber más personas afectadas por estos incidentes y continúa con la investigación. Una de las denuncias ha sido remitida al Cuerpo Nacional de Policía, dado que el hecho ocurrió en su área de competencia.
Tras una exhaustiva investigación, que comenzó con la primera denuncia, se logró la identificación y posterior detención del sospechoso en Las Palmas de Gran Canaria. El detenido será puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número uno de Arucas en las próximas horas.
Forzada a alquilar su vientre
Le quitan el bebé a una mujer a la que le implantaron un embrión de otra pareja por error: Kyrstena 'tuvo' un bebé negro de un donante blanco
¿Qué pasó? Kyrstena Murray se sometió a un tratamiento de fertilidad con un donante anónimo, pero al dar a luz, el bebé era negro, cuando ella había pedido un donante blanco. Las pruebas de ADN revelaron la negligencia: la clínica le había implantado el embrión de otra pareja.