El hombre de 20 años detenido como presunto autor del asesinato de un niño de 11 años el domingo en el pueblo toledano de Mocejón ha confesado el crimen, según ha confirmado laSexta a través de fuentes de la investigación. La declaración de autoría tiene lugar después de que la Guardia Civil le haya detenido a primera hora de la tarde de este lunes. Según ha podido saber laSexta en exclusiva, el presunto asesino de Mateo conocía a la víctima y también a sus amigos. Vivía junto a su padre y su hermano de 14 años en la misma localidad donde cometió el crimen.

El agresor entró en las instalaciones y arremetió contra un grupo de menores que estaban jugando al fútbol. Los amigos de la víctima pudieron escapar, pero no así el pequeño, a quien alcanzó con un objeto punzante, causándole la muerte. Según la familia, previamente habría intentado atacar a un grupo de chicos más mayores.

Asell Sánchez, primo de la madre del pequeño y portavoz de la familia, ha explicado ante los medios que en el momento del ataque había un grupo de chicos más mayores jugando al fútbol en el mismo recinto.

El agresor, según le ha trasladado el abuelo de uno de los chicos, "fue primero hacia ellos y como no pudo con ellos se fue a por los pequeños". "Ellos no entendían lo que estaba pasando tampoco, iba con un pañuelo en la boca", ha detallado. "Se fue a por los pequeños y al final le tocó a Mateo, como le podía haber tocado a cualquiera de los tres que estaban allí", ha señalado.

La familia, muy querida en la localidad, está destrozada: no pueden entender este inexplicable crimen, que ha consternado también a todos sus vecinos. Sus amigos y compañeros con los que estaba jugando al fútbol en el momento del ataque también están muy afectados.

Nadie se explica cómo en este pequeño municipio de Toledo, de unos 5.000 habitantes, ha podido ocurrir algo así. Los vecinos coinciden en que se trata de un lugar "muy tranquilo" y que esto "no se lo esperaba nadie".

"Nos hemos quedado todos helados", ha afirmado una vecina a esta cadena. "Que otra persona haga algo así de repente... No lo comprendemos", coincidía una joven. "No tiene explicación, no hay consuelo para nadie", ha apuntado por su parte otra mujer. "No tiene perdón de dios", sentenciaba por su parte un vecino. Sentimientos de mucha impotencia y también temor, mientras prosigue la búsqueda del agresor, cuya identidad todavía no se conoce.