Un hombre de 57 años ha sido detenido en Rosario, Argentina, por mantener a su pareja en estado de aislamiento durante 22 años, según publica 'Clarín'.
El juez ordenó la prisión preventiva durante 60 días para el hombre, identificado como Óscar R., al que se le imputó por privación ilegítima de la libertad agravada. De acuerdo a la acusación presentada por la fiscal Luciana Vallarella, la mujer, de 43 años, sufrió violencia machista desde el comienzo de la relación. Su pareja le golpeaba y le hostigaba.
Cuando la familia de la mujer trató de intervenir, el hombre la llevó violentamente a su casa y comenzó el aislamiento. El hombre la amenazaba con que si se marchaba, podría hacer daño a su hijo o a otros miembros de su entorno. Viendo que aún así, la mujer tenía intención de dejarle, el hombre de 57 años comenzó a encadenarla en la cama y a encerrarla con candados.
Solo le permitía salir a su calle cuando él estaba a su lado para acompañarla, e incluso le llegó a cortar el pelo y obligarla a vestir con ropa de hombre para que no la reconocieran.
Sin embargo, el pasado 8 de mayo la mujer logró escapar. Aprovechando un descuido del hombre, que se había olvidado de cerrar la puerta que da a la calle con candado, y mientras este se encontraba encerrado en el baño por un malestar, la mujer salió de la casa, cogió un taxi y recorrió tres kilómetros hasta que se detuvo en una estación de servicio donde reveló lo que le sucedía.
Finalmente, la Policía detuvo el pasado miércoles a Óscar R. Para su abogado, la historia no tiene por el momento elementos suficientes para sostener la figura del delito propuesta por la Fiscalía y aceptada por el juez Héctor Núñez Cartelle. Los investigadores explicaron que los testimonios serán clave para establecer el tiempo exacto durante el que tuvo a la mujer cautiva.

A 150 kilómetros por hora
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Seis minutos de horror El kamikaze iba al volante de un coche, drogado y borracho, conduciendo a 150 kilómetros por hora en sentido contrario durante 12 kilómetros por una carretera de Barcelona. Impactó contra otro coche en el que iba Meritxell con su padre, su prima y una amiga. La joven de 17 años murió.