El crimen de Elisa Abruñedo ha quedado esclarecido diez años después. La Guardia Civil ha detenido a un hombre tras tomar muestras voluntarias de ADN a los vecinos de Cabanas (Galicia) y encontrar una coincidencia.

Según publican varios medios, fue ahí cuando un familiar del presunto autor se las realizó y resultaron ser compatibles, aunque no al 100%, con el ADN hayado en la escena del crimen. Fue ahí donde todas las piezas del puzle encajaron.

La marca del coche que un testigo aseguró haber visto aquel día coincidía con su vehículo. También coincía la prueba forense, que determinó que el culpable era un hombre pelirrojo. Al juntar todas las pistas, se ha localizado al hombre detenido, un vecino de 49 años de Narón, a solo 13 kilómetros de Cabanas.

Este martes, la Guardia Civil registró su domicilio, donde incautaron varias escopetas y otros materiales que podrían estar vinculados al caso. Todo ello, ante la atenta mirada de sus vecinos. La investigación se encuentra todavía en secreto de sumario.

El crimen de Elisa Abruñedo

Elisa Abruñedo salió a pasear como de costumbre por una zona próxima a su casa, en el municipio coruñés de Cabanas. Ese día, Elisa no volvió. Horas después aparecía su cuerpo sin vida, a 500 metros de su casa, con signos claros de agresión sexual y tres heridas de arma blanca.

Su hijo decía entonces que lo único que querían es que su asesino apareciese "ya: "No queremos seguir viviendo con la angustia de saber y mirar a la gente por si fue este o este". Diez años después, el crimen da un importante paso para estar resuelto.