La policía turca ha detenido a un hombre conservador del Museo Americano de Historia Natural que transportaba, de contrabando, más de 1.000 escorpiones venenosos y arañas.
El hombre se disponía a pasar el control de Seguridad del aeropuerto de Estambul, pero minutos después de identificarse en la terminal era detenido por la policía. En su equipaje llevaba 1.500 muestras de escorpiones venenosos y otro tipo de arácnidos, como tarántulas. Llevaba bolsas y más bolsas. Algunas metidas en tapers, otras en estos viales de plástico cilíndricos que guardaban muestras líquidas de veneno.
El hombre que transportaba todos estos escorpiones y arañas era Lorenzo Prendini, conservador del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y experto en arácnidos. También es científico en el departamento de biología en la Universidad de Nueva York. En la investigación este es un dato crucial porque consideran que Prendini debía conocer que el valor de mercado de un litro de medicamento obtenido del veneno de escorpión es de casi 10 millones de euros.
Según le museo en el que trabaja, Prendini colecciona arañas, escorpiones, ciempiés o milpiés. Ahora, tras ser detenido, tendrá que demostrar si reamente su intención era traficar con estas especies o simplemente estaba transportando su preciado repertorio de arácnidos.

Forzada a alquilar su vientre
Le quitan el bebé a una mujer a la que le implantaron un embrión de otra pareja por error: Kyrstena 'tuvo' un bebé negro de un donante blanco
¿Qué pasó? Kyrstena Murray se sometió a un tratamiento de fertilidad con un donante anónimo, pero al dar a luz, el bebé era negro, cuando ella había pedido un donante blanco. Las pruebas de ADN revelaron la negligencia: la clínica le había implantado el embrión de otra pareja.