El jefe del jornalero nicaragüense de 50 años, migrante en situación irregular en España que este sábado fue abandonado en un centro de salud de Lorca tras ser sacado de una furgoneta con un severo golpe de calor del que falleció, ha quedado en libertad sin fianza.
El instructor de Lorca que dirige las investigaciones le ha impuesto al empresario, un ecuatoriano de 42 años, solo la obligación de personarse en el juzgado cuantas veces sea llamado y comunicar puntualmente sus cambios de domicilio.
El auto en el que se acuerda la libertad, al que ha tenido acceso Efe, señala que aunque de lo actuado hasta ahora se deducen indicios "bastantes" para estimarlo presuntamente responsable de un delito contra los derechos de los trabajadores por no haber estado el jornalero dado de alta en la Seguridad Social, en aplicación de la ley, no procede adoptar otra medida más restrictiva de derechos.
Las diligencias tramitadas por la Guardia Civil de Águilas señalan que el empresario manifestó en un principio que cuando viajaba en su furgoneta se encontraron en la cuneta a una persona a la que llevaron al centro de salud de Lorca-Sutullena.
Llevaba dos o tres días trabajando
Sin embargo, luego admitió ante los agentes que el hombre por el que volvió al centro de salud para interesarse por su estado poco después de haberlo dejado en la puerta, era un trabajador suyo que llevaba con él dos o tres días y al que no había dado aún de alta.
En las diligencias declaró como testigo la dueña del piso lorquino donde el fallecido tenía alquilada una habitación, que facilitó a los investigadores datos sobre su identidad, edad y nacionalidad.
Los investigadores también recogieron las manifestaciones de compañeros de trabajo del fallecido, uno de los cuales indicó que por la mañana, sobre las 10 horas, habían hecho un descanso mientras faenaban en una finca de la pedanía de El Esparragal, en Puerto Lumbreras, limítrofe con Lorca, y que en ese momento presentaba un estado de salud normal.
Sin embargo, uno de ellos declaró que cuatro horas después lo encontró muy mal, hasta el punto de que tuvo que sostenerlo para evitar que cayera al suelo, ya que sufrió como un desmayo.
El cadáver fue reconocido sin ningún género de dudas por la hermana del fallecido a través de las imágenes captadas por la Guardia Civil, en una de las cuales aparecía un tatuaje en el pecho con el nombre de su pareja.
El 112 informó este sábado de que recibió desde urgencias del centro de salud Lorca-Sutullena la petición de una ambulancia medicalizada con mejores medios para atender a un hombre en ropa de trabajo abandonado sin compañía y en muy mal estado sobre las 15:30 horas en esas instalaciones, donde luego quedó inconsciente y murió en manos de los sanitarios llegados en el vehículo especializado.
Zona en alerta por altas temperaturas
En la comarca donde se produjeron los hechos, en alerta naranja por temperaturas máximas extremas de 12 a 21 horas, llegaron a alcanzarse hasta 44,4 grados centígrados en la pedanía lorquina de Zarcilla de Ramos.
Desde CCOO han reaccionado con un comunicado que señala que este nuevo accidente mortal pone de manifiesto el incumplimiento de la normativa laboral y los planes de prevención de riesgos en el trabajo y a reforzar el aumento de la siniestralidad denunciada por el sindicato por la falta de medios y de inspecciones a las empresas sobre esos planes y medidas para evitar casos como este.
"Venimos denunciando públicamente y ante la Inspección de Trabajo del ministerio del ramo los incumplimientos de las empresas, que no facilitan agua fresca para beber a su personal ni comedores donde puedan protegerse de las inclemencias climáticas y que incluso incumplen la jornada intensiva, con el agravante de estar advertidas de las altas temperaturas que se darían en estos días", ha añadido.
La exposición a temperaturas ambientales extremas representa un peligro bien conocido para la salud humana, cuya gravedad oscila desde el malestar y la fatiga hasta el temido golpe de calor con este fatal desenlace que ha supuesto la vida de la persona afectada, ha concluido.
Una noche aguantando el aliento
Horas de pánico y mucha agua en Benamargosa donde el barro llega hasta el altar de la Iglesia
En Vélez-Málaga la corriente también se ha abierto paso entre sus calles. Allí ha habido zonas en las que los vecinos se quedaron atrapados, ya que "de buenas a primeras entró el agua para dentro".