La Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado la ubicación de 1.500 tramos de carreteras secundarias en los que intensificará la vigilancia de la velocidad con radares móviles por su especial peligrosidad con el objetivo de reducir la siniestralidad.

Estos tramos de vías interurbanas han sido identificados en función del número y gravedad de accidentes que se hayan producido y por la velocidad media detectada. Su ubicación se hace pública hoy para general conocimiento de los conductores de forma que cuando transiten por ellos extremen las medidas de precaución y sobre todo cumplan con los límites de velocidad establecidos en cada uno de ellos.

La velocidad es uno de los componentes fundamentales que determina la mayor o menor incidencia en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en caso de accidente y de ahí la importancia de controlarla de forma efectiva sobre todo en las vías convencionales, en las que el año pasado se registraron ocho de cada diez fallecidos.

En concreto, cerca de 900 personas fallecieron el año pasado en este tipo de vías. Por este motivo, Tráfico lleva centrando su actuación desde hace meses en este tipo de carreteras con medidas tales como la reubicación de radares a vías convencionales que antes controlaban autovías y autopistas y el plan integral de vigilancia que se puso en marcha en diciembre del pasado año.