Concepción Arenal, escritora y activista (1820-1893): "Cuando el hombre cumple un deber difícil, recibe aplauso por su virtud; los de las mujeres se ignoran: sin más impulso que el corazón, sin más aplauso que el de la conciencia, se quedan en el hogar, donde el mundo no penetra más que para infamar".
Rosalía de Castro, escritora (1837-1885): "Todavía no les es permitido a las mujeres escribir lo que sienten y lo que saben".
Emilia Pardo Bazán, novelista, periodista y conferenciante (1851-1921): "Lo que amamos en la mujer no es la mujer, sino el espíritu; y quien busque en la mujer más que el espíritu, será abandonado por Brahma".
Carmen de Burgos, periodista, escritora, traductora y activista de los derechos de la mujer (1867-1932): "La mujer no puede continuar siendo una masa inerte al lado de la actividad social masculina".
Rosa Luxemburgo, filósofa, activista, economista (1871-1919): "Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres".
Clara Campoamor, escritora, política y defensora de los derechos de la mujer (1888-1972): "El feminismo es una protesta valerosa de todo un sexo contra la positiva disminución de su personalidad".
María Zambrano, pensadora, filósofa y ensayista (1904-1991): "Prefiero una libertad peligrosa a una servidumbre tranquila".
Federica Montseny, política y sindicalista anarquista española (1905-1994): "La mujer está obligada a tomar la libertad si no se la dan".
Rosa Montero, periodista y escritora (1951): "Soy mujer y escribo. Soy plebeya y sé leer. Nací sierva y soy libre. He visto en mi vida cosas maravillosas. He hecho en mi vida cosas maravillosas".
Almudena Grandes, escritora, columnista y tertuliana (1960): "Ella ya es inmortal, pero todavía está viva".