Terrible suceso el que ha ocurrido en la ciudad de Torreón, en México. Iker Fuentes, un pequeño de sólo cinco años, jugaba a morder una pila en su casa. En cuanto su madre se dio cuenta se la quitó y llevó al menor de urgencias al médico.
El pequeño se había intoxicado con los metales pesados, y fue diagnosticado de parálisis cerebral espástica cuadripléjjica, según ha informado el Telediario de Laguna. Este tipo de parálisis es una de las más graves, ya que implica el no poder caminar y dejar de hablar bien.
El niño fue ingresado durante días y no se recuperaba, al contrario, cada vez iba a peor. De hecho acabó perdiendo la movilidad de sus piernas y con problemas de hidrocefalia, y tuvo que ser operado.
Los padres están sometiendo a su hijo a diferentes terapias para intentar que mejore. La situación económica de la familia les ha hecho pedir ayuda a todo aquel que pueda aportar algo para el tratamiento de su hijo.