El recepcionista está trabajando tranquilamente cuando alguien entra. Lo escucha, se gira y aparece un hombre tapado con sábanas y la cabeza cubierta con una toalla. Saca la mano derecha y en ella un cuchillo con el que amenaza al trabajador pidiendole el dinero de la caja.
En un momento dado hace que se va y el recepcionista aprovecha para intentar huir sin éxito. "Cuchillo en mano le dijo que le diese lo que tuviese, la caja imagino. Y en un principio el compañero no sabía como reaccionar", explica Pilar Rivas, responsable de Marketing del hotel.
Segundos después el atracador se sube al mostrador e intenta buscar dinero, el recepcionista huye y el hombre va tras él. "Han tenido un forcejeo después del cuál el hombre ha salido, por suerte la Guardia Civil ha llegado en menos de un minuto", señala el periodista Carlos Quílez.
El ladrón fue detenido por los agentes a pocos metros del hotel e investigan si podría tener un cómplice. Cuando lo arrestaron ya no llevaba las sabanas ni el cuchillo.
"Es posible que utilizara también una pistola bien de fogueo o bien de juguete, porque no quiso sacarla en ningún momento y hacía ademán de sacarla. Pero quizá no quería que se viera que no era de verdad", asegura Salvador Cifuentes, sargento de la Guardia Civil.
Cuenta con varios antecedentes por conducción temeraria y delitos contra la salud pública.