Desorientado, casi sin articular palabra y con muy pocos recuerdos, así declaraba el doctor Vela en el primer juicio por bebés robados en España.
Dice que no se acuerda de Inés Madrigal ni de su madre y tampoco ha reconocido que sea suya la firma que le han mostrado y que aparece en su partida de nacimiento, aunque es algo que sí reconoció durante la fase de instrucción.
Después ha llegado el turno de Inés Madrigal, que por fin se ha sentado a ante un juez para contar su historia, la que le confesó su madre hace unos años: "Eduardo Vela les dijo que había una niña joven embarazada de muy buena familia y que su idea era darles ese niño, y que para ello también iba a simularle a mi madre un embarazo con cojines".
Y a las pocas semanas ya recibieron la llamada del doctor Vela, que les dijo "que cogieran ropa de bebé y que se prepararan para ir a la clínica porque tenían una sorpresa para ellos".
Este juicio es la esperanza para muchos más, que acudieron desde Aragón, Sevilla o Cádiz para apoyar a Inés y pedir justicia también para sus casos. La mayoría de sus casos están archivados o prescritos y piden dejar de ser personas sin identidad y desamparados por la justicia.