El Tribunal Superior de Australia ha determinado que un donante de esperma es el padre legal de una niña en cuya vida se implicó mediante apoyo financiero y emocional, un fallo que evita así que esta se mude con su madre a otro país.
El Alto Tribunal australiano considera que "el término 'donante de esperma' sugiere que el hombre en cuestión no ha hecho nada más que proveer su semen para facilitar una concepción artificial". Sin embargo, en este caso, el hombre se había implicado activamente en la vida de la menor, por lo que el tribunal considera que no existe "ninguna razón para dudar de la conclusión del juez principal [en primera instancia] de que el recurrente era uno de los padres de la menor".
El hombre donó su esperma a una amiga lesbiana en 2006 para que esta pudiera concebir y su nombre apareció en el certificado de nacimiento como padre de la niña. Tras el nacimiento, participó en la vida de la pequeña y mantuvo una relación con la niña que el juez de primera instancia calificó como de "apego extremadamente estrecho", según el fallo del tribunal.
De hecho, la niña y su hermana, que no tiene ninguna relación con el demandante, le llaman "papá", según recoge la cadena 'ABC'.
El declarado padre de la niña demandó a la madre y a su mujer ante el Tribunal de Familia de Australia cuando estas decidieron mudarse a Nueva Zelanda junto con sus hijas, reclamando la responsabilidad parental compartida con la madre. Ahora, el juez ha concluido que la pareja debe permanecer en Australia y que deben consultar al demandante sobre las decisiones que afecten al futuro de la menor.
El hombre ganó el caso en primera instancia, pero otro tribunal revirtió la decisión, hasta que finalmente la máxima instancia judicial del país ha reconocido los derechos del progenitor, en un fallo que revela el conflicto entre la ley familiar de Australia y la del estado de Nueva Gales del Sur, que da la razón a la madre.
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